Un día mientras oraba por la gente escuche esta voz en conversación que me hablaba y nunca la pude olvidar.
La voz me dijo:
Todos los que confían de mi seguridad viven obsesionados con obtener mas de mi. Yo les doy con mi abundancia lo que nadie les puede dar en sus vidas. Yo les doy el poder y la confianza de sentirse importantes.
Mientras mas me abrazan, mas fuerte me aprietan codiciandome, simplemente no me pueden soltar. Siempre quieren mas y mas de mis promesas y nunca se sacian de mis placeres. Si los vieras como venden su integridad, abandonan su dignidad y hasta descuidan todos los que les rodean solo por ver tan solo un poco mas de mi dulzura. Los tengo cautivados y solo tienen ojos para mi.
Lo mas que disfruto es ver como se jactan de que son libres de mi poder!! Me gozo cuando le dan el crédito de mis maravillas a la competencia.
Yo los observo cuando me depositan en los altares pero yo tranquilo porque nunca me entregan ni me sacrifican en ellos.
Todo esto me conviene para que así nunca se den cuenta de que en realidad yo soy su único Dios.
Yo soy el todo poderoso el dinero y delante de mi no hay ningún otro.
(Mateo 6:24)
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